Tenéis que cocer patatas, con su piel, que no sean muy grandes. El tiempo de cocción hay que calcularlo teniendo en cuenta el tamaño de las patatas, es importante que no lleguen a abrirse. Yo las he metido en la olla y cuando ha empezado la ebullición, he bajado el fuego, y las he teniendo cociendo de 12 a 15 minutos. Transcurrido este tiempo se destapa la olla y se pone bajo el chorro del agua fría para que las patatas se enfríen más rápidamente. Se pelan y se cortan en rodajas del grosor que a cada uno le apetezca. Se pone en una sartén aceite a calentar. Mientras tanto vamos enharinando las patatas, las pasamos por huevo batido y a la sartén. Según las vamos sacando las ponemos sobre papel absorbente para que pierdan el sobrante de aceite y luego las vamos colocando en una cazuela.
Aparte sofreímos abundante cebolla picada no muy fina. Añadimos 6 o 7 ajos laminados, 4 hojas de laurel y pimienta en grano (otra especia que admiten estas patatas son clavos, esto es opcional). Cuando esté hecha la cebolla añadimos bastante sal, agua y un vaso pequeño de vinagre. Lo dejamos cocer 5 minutos y lo volcamos sobre las patatas, que tienen que estar totalmente cubiertas, de no ser así tendréis que añadir más agua. Lo dejáis en reposo y al frigorífico. Al día siguiente probáis y si es necesario rectificáis de lo que le haga falta.
Cuantas más horas transcurran más se toman las patatas del sabor del escabeche.
¡¡¡¡¡Que os aprovechen!!!!!
me ha gustado la receta.
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